Estimadas familias.
Nos encontramos con una mezcla indescriptible de sensaciones encontradas. Por un lado estamos orgullosos del reconocimiento del vecindario a nuestra labor, pero por otro, estamos desolados por el duelo que genera una pérdida.
Hemos descubierto que en ese reconocimiento del valor que tiene todo lo que hacemos, desaparecen los huevos que ponen nuestras gallinas que con tanto mimo cuidamos, pero perder de manera inexplicable algo tan preciado para nosotros nos supone un duro golpe de frustración.
Para encontrar una explicación a lo sucedido os dejamos un mensaje que esperamos llegue a su destinatario.
También aprovechamos para enseñaros lo radiante que tenemos el huerto escolar.
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